Un año después en Miyagi. (Reuters) |
El
día 11 de marzo del año pasado un terremoto de magnitud 9.0 en la escala de
Richter asoló la costa nororiental de Japón. La catástrofe dejó 15.854
muertos. Tras el terremoto se produjo un maremoto que provocó olas que
superaron los 13 metros de altura y alcanzaron un total de 40 metros en algunos
puntos. Se
rompieron 45 diques y fueron dañados 78 puentes y 3.918 carreteras. Aún hoy
siguen desplazadas de sus hogares 343.000 personas. El Gobierno estima en 16,9
billones de yenes (156.500 millones de euros) los daños en edificios,
infraestructuras, vehículos, fábricas e instalaciones agrícolas y pesqueras,
entre otros. Poblaciones como Rikuzentaka, Minamisanriku, Kesennuma, Onagawa quedaron destruidas y en otras tantas
desaparecieron barrios enteros.El
maremoto no sólo provocó corrimientos de tierra e incendios sino uno de los
mayores desastres nucleares que ha sufrido el mundo desde el accidente de
Chernobil en 1986, según califica el diario El País.
El
sistema de refrigeración de la central se quedó inutilizado y los reactores
estaban en peligro. Al día siguiente del maremoto, hubo una explosión en el
reactor 1 de la central nuclear, con lo que se desató el pánico. El Gobierno,
con el primer ministro a la cabeza Naoto Kan, decretó el estado de emergencia y
la alarma nuclear, creó un gabinete de crisis y desplegó a unos 100.000
soldados. Ordenaron entonces el desalojo de toda la población en un radio de 20
kilómetros alrededor de la central, por lo que casi medio millón de personas
tuvieron que ser realojadas en refugios.
Un año después en la cosa de Miyagi (Reuters) |
El
día 15 de marzo, cuatro después del maremoto, se registraron nuevas explosiones
en los reactores 2 y 4 de la central nuclear de Fukushima. Los técnicos de la
empresa encargada de la central, Tepco, intentaron enfriar los reactores
lanzando agua del mar desde el aire, pues la corriente eléctrica no estaba aún
restablecida en la zona. Cuando se hubo restablecido, las autoridades
anunciaron que los niveles de radiación de la leche y las verduras eran
elevados, por lo que desaconsejaban su consumo, según informó la agencia Kyodo.
La Agencia de Seguridad Nuclear en Japón confirmó los niveles de radiación del
reactor 2 y aseguró que no había riesgos para la vida humana, más allá de la
zona desalojada. A día de hoy, según informa el diario japonés Asahi, no ha
habido ninguna muerte relacionada con la contaminación nuclear.
La
alarma llegó a Tokio cuando los niveles de radiación encontrados en el agua de
esa ciudad superaron los límites normales para niños menores de un año. El
portavoz del gobierno desaconsejó dar de beber agua del grifo a los menores, e
intentó llamar a la calma. Tal y como informó el periódico norteamericano TheWashington Post el pasado 28 de febrero, el gobierno minimizó por aquel entonces
los daños en la central nuclear y preparó secretamente un plan de evacuación de
Tokio.
Un año después en Minamisanriku (Reuters) |
La
fuga de material radiactivo proveniente de una grieta en el reactor 2 que
llevaba días contaminando las aguas del Pacífico consiguió ser taponada en
abril. El agua contaminada vertida al mar superaba 7 millones de veces los
límites permitidos por la ley. Esto provocó tensiones diplomáticas con países
vecinos como Corea del Sur que vieron en peligro su actividad pesquera, según
informó la cadena de noticias NHK.
En Minamisanriku (Reuters) |
En
el mes de septiembre del primer ministro Naoto Kan, que gestionó la crisis
nuclear de Fukushima, dimitió de su cargo, cediendo el liderazgo al ministro de
Finanzas Yoshiniko Noda, debido a las críticas que se vertían sobre él. La
situación económica del país se había complicado tras la crisis, la deuda del
país aumentó, convirtiéndose en la mayor deuda del mundo, un 210% del PIB, y el
yen, la moneda nacional, se debilitó hasta forzar la intervención del banco
central.
Tras
esto los niveles de radiación siguieron aumentando y contaminando alimentos. Se
prohibió el consumo de arroz de la zona y se retiraron lotes de leche infantil.
Hasta diciembre de 2011, la empresa propietaria de la central no anunció que la
situación de la central estaba restablecida y fuera de peligro. Según
anunciaron a través del gobierno
japonés, se había alcanzado el estado de parada fría. La parada en frío significa que el sistema
de refrigeración de los reactores está a presión atmosférica y el núcleo se
encuentra a una temperatura inferior a 100 grados centígrados, lo que
imposibilita que se produzca un recalentamiento y una reacción en cadena. Con esto se marcó el fin de la segunda
fase en el largo proceso hasta el cierre de a central. Japón estimó que
tardarían entre 30 y 40 años en desmantelar totalmente Fukushima.
La catástrofe nuclear en Japón tuvo sus
consecuencias en las políticas energéticas de la comunidad internacional. Alemania
decidió no prologar la vida de sus centrales y adelantó el apagón atómico. En
Italia, por mayoría en el parlamentó se decidió no construir más centrales
nucleares. Bélgica y Suiza llegaron a conclusiones similares. Incluso Chile y
Texas (EEUU) abandonaron sus planes nucleares. Sin embargo, ahora, casi un año
después del desastre nuclear, países como Estados Unidos, Francia y Reino Unido
reafirman su apuesta por esta energía y prolongan la vida útil de sus
principales centrales. Otros como La República Checa, Findanlia, Lituania, Polonia
y Suecia también han anunciado recientemente sus planes nucleares.
En Rikuzentakata (Reuters) |
Según informa la agencia de noticias EFE, el
movimiento antinuclear japonés ha aumentado en el último año. La población mira
ahora con recelo a la radiactividad de los alimentos y el agua, la desconfianza
ha aumentado. Ya sea a través de manifestaciones periódicas, que en Tokio
suelen congregar a miles de personas y que cuentan con el apoyo de
intelectuales como Kenzaburo Oé, o de sentadas ante ministerios, los grupos
contrarios a la fisión nuclear han ganado visibilidad en el último año.
Por esta razón, el gobierno japonés ha
anunciado que en abril de este año entrarán en vigor nuevos controles y límites
más estrictos. Esto era uno de los principales reclamos de los agricultores y
empresas locales. El nivel máximo de cesio en productos como la carne, las
verduras o el pescado se establecerá en 100 bequereles por kilo (cinco veces
menos que el límite actual), en 50 bequereles para la leche y los alimentos
infantiles (cuatro veces menos), y en 10 bequereles para el agua (20 veces
menos).
En los últimos días, según informa la agencia de noticias Reuters, el gobierno japonés ha obtenido el 2/3 de la participación en la empresa propietaria de la central, Tepco, con el objetivo de controlar así las decisiones de la entidad y asegurar el pago de las millonarias indemnizaciones a los afectados por la catástrofe de Fukushima. Se da así un paso más en la normalización de la situación en la zona un año después de la catástrofe.
Fuentes usadas para el texto:
- Diario español El País
- Agencia de noticias Kyodo
- Agencia de noticias Reuters
- Agencia de noticias EFE
- Diario norteamericano The Washington Post
Fotos seleccionadas de un reportaje fotográfico de la agencia de noticias Reuters
Fuentes usadas para el texto:
- Diario español El País
- Agencia de noticias Kyodo
- Agencia de noticias Reuters
- Agencia de noticias EFE
- Diario norteamericano The Washington Post
Fotos seleccionadas de un reportaje fotográfico de la agencia de noticias Reuters
Me da un poco de escalofríos lo del Gobierno y Fukushima... como una mala espina, vamos.
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